El color azul siempre ha sido uno de los más elegidos a la hora de pensar en la decoración del hogar, por el hecho de que el mismo es un color equilibrado, pero con personalidad, brinda calma, es relajante y al mismo tiempo refrescante, por ser el más representativo del mar y del cielo. Veamos algunas ideas para aplicarlo.
Lo bueno del mismo, es que según la tonalidad escogida, puede ser utilizado para cualquier habitación de la casa; es muy común verlo en baños y dormitorios, pero también se ha implementado enormemente en comedores y salones. Probablemente el espacio en donde se use menos, sea en la cocina, por el hecho de que allí quizás es mejor un color más fuerte, para estar más activa y despierta, pero también se puede conseguir a través de un azul Francia, intenso.
Claro está, muchos colores como el turquesa y celeste, entran dentro de este segmento, lo cual abre un abanico aún más grandes de posibilidades. La tonalidad se identifica con ciertos espacios; el azul chillón es típico de niños, mientras que el celeste suave es típico de dormitorios de bebés.
Para dormitorios de adultos se suele utilizar un azul marino oscuro, acompañado de alguna pared blanca, o de otras tonalidades más suaves, utilizadas en la ropa de cama.
Espacios en los que pasamos buena parte del día, como el salón, pueden ser utilizados con tonos muy suaves, casi blancos con destellos azulados, que ayuden a resaltar la luminosidad del espacio, como en el caso a continuación.