Para que una pared de tu salón adquiera ese aspecto cálido y suave, como el que puede transmitir el terciopelo, por ejemplo, tenemos varias opciones. Hay en el mercado papeles vinílicos, donde no hace falta ningún efecto visual, ya que su textura es realmente como la del terciopelo: un tacto suave y cálido cuando pasamos la mano. Pero también hay otros materiales que dependiendo del color, nos pueden transmitir esa calidez en tu ambiente. Para el papel, podemos comprar la cantidad exacta de rollos para una pared, que no suele sobrepasar los12 m2, y seguir las instrucciones para su pegado que tenéis en los artículos que publiqué hace unos días
Hay algunos colores en pintura plástica que dan ese mismo aire visual como si de una tela confortable se tratara. En la gama de los rojos, tenemos el bermellón. Una pared de ese color en tu salón, por ejemplo, dará el efecto como si pegaras un tapiz. Debe ser intenso pero no un rojo vivo. Luego tenemos los violetas oscuros y los turquesa, que también dan mucho juego con la decoración variada, es decir que combinan con prácticamente todo lo que se nos pueda ocurrir.
Una pintura monocapa nos vendría de maravilla para pintar una pared solamente. Los recipientes ya vienen preparados al uso, e incluso muchas marcas incluyen el rodillo y la rejilla para haceros más fácil el trabajo. En las tiendas de pinturas y grandes áreas comerciales podéis pedir los catálogos de colores. También hay marcas que muestran una variedad explícita de colores con esa textura aterciolpelada, así que con una brocha para los remates y un taco de lija fina para frotar un poco la superficie antes de aplicar la pintura, será suficiente para que logréis esa pared estupenda en vuestro salón.
Toni Ferrando.