Las últimas subidas en las tarifas eléctricas nos han pesado más que las anteriores… Además del recurso al pataleo, hay opciones para ahorrar en la factura de la luz, algunas poco conocidas: pinturas para pared y techos que multiplican la luz, cortinas más livianas, limpiar tulipas y bombillas… ¡Aquí tienes las fórmulas para reducir el consumo eléctrico!
Si has decidido continuar leyendo, tienes conciencia de la necesidad de ahorrar electricidad por motivos económicos y medioambientales. Aquí tienes las fórmulas de ahorro de luz…
Al comprar una casa…
- Observa factores como la orientación de la casa (mediodía, sol de tarde o de mañana…), altura, proximidad de árboles y otros edificios… El gasto energético depende de ello.
- Al comprar una casa nueva, interésate por los materiales usados. Si haces reforma, aísla la casa con materiales de calidad en paredes (si es necesario trasdosando los muros), ventanas, puertas…
- Automatiza toldos y persianas en función de la luz, instala detectores de movimiento para iluminar los espacios, monta sistemas economizadores que regulen la intensidad de la luz…
- Elige sistemas de calefacción eficientes por medio de gas natural, gasóleo, etc.
Al elegir o cambiar electrodomésticos…
- Compra electrodomésticos con la máxima eficiencia.
- Intenta mantener el frigorífico lleno, ya que consume igual que vacío. Si no, rellena los espacios huecos con bloques de corcho blanco.
- Aleja el frigorífico de focos de calor (al lado del horno) o de paredes que reciban sol muchas horas. Deja un espacio de 5 cm por detrás para que circule el aire.
- Prescinde de la secadora si tienes un lugar aireado en el que secar la ropa.
- Llena siempre la lavadora y el lavavajillas y utiliza programas cortos/.
- Cuidado con los equipos de aire acondicionado: enfriar una casa cuesta tres veces más que calentarla… Prescinde en lo posible de su uso, y si es indispensable, opta por la tecnología Inverter: son más caros, pero ahorran hasta un 40 por ciento más.
- La placa de inducción es más rápida y eficiente que la vitrocerámica y más limpia y segura que el gas para cocinar.
Gestos cotidianos…
- Gradúa el termostato de la calefacción a 20º C todo el día, o al menos baja la temperatura por la noche.
- Ojo con los equipos de la casa (televisores, ordenadores, etc.) que “duermen” en stand-by. Mejor apagarlos sin que quede encendido ningún piloto.
- Desconecta los cargadores de teléfonos, máquinas fotográficas, etc. cuando los aparatos estén cargados. Lo mismo sirve para los pequeños transformadores de equipos audiovisuales…
- En la cocina, utiliza la tostadora o el microondas mejor que el horno. En la placa de cocción, usa recipientes adecuados a la cantidad de alimento que cocinas y si se trata de guisos lentos, opta por la olla a presión.
- Emplea bombillas ahorradoras de calidad: parecen caras, pero se amortizan muy rápido. Limpia tulipas y lámparas con frecuencia, ya que sucias pierden la mitad de su luminosidad.
- Pinta las paredes con pinturas de buenas marcas, eligiendo colores claros que multipliquen la luz. Las hay especiales que incorporan pigmentos para este efecto óptico.
- Decora con visillos finos y claros. ¿Qué tal no ponerlos como en muchos países del norte de Europa? Puedes decorar la ventana con siluetas de vinilos translúcidos: ¡supercool!
Tú y tu compañía eléctrica…
- Compara las tarifas eléctricas de las diferentes compañías, despojadas de lo accesorio (seguros). Interesa conocer el precio kilowatio/hora y comparar: el consumo es siempre más elevado que el término fijo.
- Verifica que la potencia que tienes es la adecuada. Tu compañía te puede hacer la estimación sabiendo el número de electrodomésticos y personas que hay en la casa.
- Observa que no se repitan los consumos estimados en la factura de la luz. Si sucede a menudo, exige que te pasen el consumo real de las lecturas de contador.
Fotografías: Miele, gradulux, Bruguer
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