La costumbre de situar la televisión en el lugar más destacado de nuestro salón, y la reducción del tamaño en cuanto al grosor de pantalla de las mismas, nos ofrece ahora la posibilidad de decorar nuestras paredes con tecnología audiovisual.
Por un lado tenemos las pantallas LED o plasma de diversos tamaños que ocupan un gran espacio y puede ser colgada perfectamente de la pared.
La mayoría de fabricantes recomiendan que nos situemos al menos a 3 m. de distancia para obtener un campo visual correcto, así que nos viene de perlas situarlas en la pared si nuestro salón mide alrededor de 30 m2., luego debemos saber disimular todo el cableado. Os recomiendo unos embellecedores a modo de regletas que se pegan a las paredes y que esconden perfectamente la maraña de cables. Suelen ser de color blanco. La mayoría de veces combinan con el color de nuestra pared, e incluso lo adornan con gracia, pero si no es así, se puede pintar del mismo color que el fondo para disimularlas. Lo mismo debemos hacer con los accesorios tales como los altavoces.
También se pueden encontrar en las tiendas de regalos, librerías, multimedia, de fotografía, pantallas de muy diverso tamaño donde nuestras fotos más entrañables se suceden o se fijan a nuestro gusto. Situar en la misma pared, e incluso en las paredes de las demás habitaciones, me parece una idea muy original, y no sólo para exponer nuestras fotos familiares, sino imágenes de cuadros bonitos como retratos, paisajes, bodegones, etc., dando un aire muy moderno y distinto a tu hogar. No hace falta cambiar el cuadro cuando te parece ya muy visto, sólo cambias la imagen programada y listo. Combinar tus adornos con este tipo de pantallas será lo que dará estilo y originalidad a tu ambiente.