Las cortinas son un elemento decorativo fundamental para nuestro hogar. Sin duda existen un buen número de alternativas para que podamos elegir la que más pega con nuestro estilo decorativo.
Pero a la hora de elegir una cortina no solo necesitamos seguir el criterio estético, también hay que tener en cuenta otro tipo de cuestiones. Lo más importante es saber qué función queremos que haga esa cortina.
Puede que queramos que cubra la ventana para aislarnos de fuera pero que permita dejar pasar la luz, puede que queramos que cubra una pared muy grande por completo, o tal vez solo queramos que cubra una pequeña ventana y deje al descubierto el espacio. Como decimos, son muchas las funciones que puede tener una cortina además de su estilo decorativo.
Si lo que queremos es cubrir una ventana en una estancia no muy grande, lo ideal será buscar una cortina que solo cubra la ventana. Podemos elegir un estor o una cortina corta, en colores pastel o blancos para que deje pasar la luz y de sensación de mayor amplitud. Lo ideal es que la tela de la cortina sea bastante suave.
En los espacios grandes o detrás de un sofá o una mesa es preferible que busquemos una cortina que cubra toda la pared, sea cual sea el tamaño de la ventana. Si el espacio es grande, es mejor una cortina que deje pasar la luz pero a la vez combine varios estilos decorativos. No tiene por qué ser la típica cortina con visillos, hay muchas más alternativas.
Si buscas algo que aporte alegría a la estancia y mantenga la armonía del espacio, intenta elegir una tela que esté coordinada con las paredes o con cojines o tapizados. Lo ideal es que apuestes por telas no muy gruesas y pesadas que se coman el espacio.
Fuente Imagen 1 Stock Xchng