Seguro que has visto esos botes fluorescentes que brillan por la noche cuando todo está a oscuras. Algunos están hechos con leds y en realidad no son fluorescentes realmente. Y claro, había que comprarlos. Aunque eso era hasta hoy, porque, ¿qué me dices si te cuento que puedes tener unas bombillas fluorescentes sin necesidad de tubos, electricidad ni nada? ¿Con tan sólo un bote de cristal? Te parecerá una locura pero es posible. Eso sí, sólo son decorativas, no darán tanta luz como para iluminar una habitación.
Sólo necesitas un tarro de cristal, lejía, agua oxigenada y algunos fósforos de cabeza roja. El resultado será tan espectacular que seguro que fabricas más de uno para darle a tu casa un toque divertido por la noche. Para fabricarlo tendrás que cortar la cabeza de los fósforos y meterlos en el tarro. Después, añade tres tapones de agua oxigenada y uno de lejía. Tapa el bote y mueve para generar la mezcla. ¿Ves cómo se ilumina?
Aquí tienes un vídeo donde se explica paso a paso cómo hacerlo (está en inglés pero se puede seguir bien gracias al vídeo si no dominas este idioma):
Como ves es una idea fantástica para decorar, por ejemplo, en fiestas temáticas, cumpleaños o, simplemente, para tener una lucecita decorativa. Dura un par de horas, si lo has hecho bien, aunque luego, para que vuelva a funcionar, sólo tienes que remover otra vez y volverá a brillar.
La única precaución que tienes que tener es que los niños no lo cojan porque si se rompe, pueden hacerse daño con los cristales y con los productos químicos. Y recuerda, este tipo de manualidades sólo las debe hacer un adulto.