Con el paso del tiempo y el uso, el mobiliario de tu hogar deja de tener ese brillo especial que tenía el primer día. Cuando esto ocurre, tienes dos opciones, o comprar muebles nuevos o darles tú mismo una nueva cara.
Si quieres ahorrarte un dinero y darle un toque personal, te recomendamos la segunda opción. No es necesario que sepas pintar, porque en esta ocasión vamos a proponerte que en vez de la brocha, cojas papel y cola. Sí, has leído bien, papel y cola… Queremos que empapeles tus muebles viejos.
¿Cuántas veces has querido cambiar el aspecto de ésa cómoda del dormitorio? Te has cansado de verla igual día tras día y, además, te apetece darle un toque más moderno a la habitación. Es posible que te apetezca cambiar el color de las cortinas, del cabecero de la cama o hasta el color de las paredes. Sin embargo, con ésa cómoda no combina. Pues ahora es el momento de que ella se adapte al resto de los cambios que quieres hacer en tu dormitorio.
A tu gusto
Para empezar, elige el modelo de papel que te guste. A continuación, reúne pegamento en cola especial para empapelado y alguna herramienta para aplicarlo, así como una lija. Una vez que tengas todos los materiales, empieza por pasar la lija para que la superficie quede libre de poros y sea más sencillo pegar el papel. El siguiente paso es el de aplicar una base de pegamento. Puedes hacerlo con una brocha plana para que te sea más sencillo.
Una vez que hayas aplicado una capa, empieza por colocar con mucho cuidado el papel sobre la superficie. Intenta que no se formen burbujas. Para ello, no tengas prisa. Ves pegando el papel y pasando la palma de la mano por encima de éste. De una forma tan sencilla como ésta, habrás convertido una cómoda antigua, en este caso, por una moderna, con tan sólo forrarla con un poco de papel. Increíble, ¿verdad?
Fuente de la imagen: tela & papel