Cuando pensamos en la palabra Zen, se nos viene a la cabeza un remanso de paz y armonía. Imaginamos lugares en los que la calma es la protagonista y donde no existen problemas ni prisas. Después de un día largo lleno de trabajo y preocupaciones, seguro que lo que más te apetece es llegar a tu casa y relajarte.
Por si no lo sabías, la decoración que tenemos en nuestras casas es en gran parte, la responsable de nuestros estados de ánimo, o al menos, una de los elementos que ejercen influencia en ellos. Por ello, si lo que quieres es relax, te recomendamos que te decantes por el estilo Zen.
Sin embargo, antes de comenzar a decorar tu casa con esta corriente, debes saber sus orígenes, con el fin de situarte. Es a principios del siglo XX cuando esta tendencia comenzó a introducirse en Europa. Esto fue a través de costumbres y prácticas muy establecidas en Oriente, tales como las artes marciales, los jardines japoneses o los arreglos florales.
La vida de el Buda es el principio y origen de esta tendencia; y su filosofía se basa en la iluminación espiritual y el encontrarse a uno mismo. En la actualidad, esta corriente no está tan atada al budismo, aunque conserva algunas de sus señas.
Una vez que ya sabes más acerca del Zen, puedes comenzar a decorar el recibidor de tu casa con ella. Es imprescindible que los colores de este espacio sean claros, tales como el blanco el beige o el gris. Paredes, muebles o elementos grandes como el suelo, deberán ir vestidos con estos tonos para dar claridad y calma.
Si quieres salirte un poco de estos colores tan claros, puedes darle un toque de vida con el rojo o el verde, pero siempre en objetos decorativos de pequeño tamaño o accesorios.
Por otra parte, en cuanto a los materiales, decántate por los de origen natural, tales como la madera, la piedra, el bambú… Respecto al mobiliario, elige formas simples, sin curvas ni sobrecargas ornamentales. Opta siempre por las formas rectas que son las que invitan al orden. Por último, la iluminación de esta zona, debe ser tenue, sutil e indirecta.
Te damos ideas
¿Quieres un recibidor Zen? más fácil imposible: elige un mueble auxiliar sencillo de color beige y la figura de un Buda de color ocre sobre él. Pinta las paredes de blanco y elige un suelo color crema. Ahora por un portavelas de color rojo o un poco de incienso de un aroma suave, como la vainilla o la canela. Ahora coloca una lámpara de pie con regulador de intensidad, y ponla suave, muy suave… Bienvenido a tu hogar Zen. ¡Feliz estancia!
Fuente de la imagen: Avia Venefica