Las hierbas aromáticas ponen un sutil toque diferenciador en muchos platos. Es la razón por la que los cocineros las utilizan profusamente en la cocina. Quizá con las hierbas aromáticas secas que se compran en pequeños tarros tu experiencia no haya sido del todo satisfactoria. Si te animas a cultivar en casa tus propias hierbas aromáticas, dispondrás de un nuevo recurso para elaborar en casa casi, casi cocina de autor…
La cocina es un placer inigualable para aquellos a los que les gusta disfrutar con el proceso de elaboración de los platos. Y también lo es cultivar muchos de los vegetales que luego se utilizarán metidos en faena… Por eso está tan de moda dedicar pequeños espacios de la casa a estos cultivos. Tratándose de hierbas aromáticas como perejil, albahaca, orégano, menta o eneldo, la necesidad de espacio se reduce prácticamente al mínimo. Y además son especies muy agradecidas, que apenas precisan cuidados.
Los fabricantes de macetas y otros accesorios para jardinería son conscientes de los nuevos gustos de su público y están lanzando novedades que permiten cultivar hierbas aromáticas en el mínimo espacio: paneles de pared en plástico postformado con oquedades para el cultivo de diferentes hierbas, pequeños maceteros dobles con accesorio de tijera incorporado… ¡Imposible alegar ya que no se dispone de suficiente espacio en la cocina o el balcón!
Ubicación ideal
En general, requieren una ubicación donde haya mucha luz natural pero sin sol directo, al aire libre o en el interior. No importa demasiado, siempre que las temperaturas sean moderadas y el ambiente no sea demasiado seco. Las cocinas son habitaciones húmedas, por lo que si la calefacción no es fuerte y las alejas de la zona de cocción, puede considerarse que están en un sitio muy adecuado. No obstante, el riego, la ventilación y la pulverización de agua pueden corregir los desequilibrios ambientales de la habitación.
Plantación
Se puede comprar la semilla, pero el proceso es largo y pueden sobrevivir pocas plantas si no se tiene experiencia. Lo mejor es comprar las plantas ya desarrolladas en maceta pequeña.
Riego
Conviene dividir las plantas en dos grupos, según sus necesidades de riego: necesitan poco agua la lavanda, la melisa, el orégano, la salvia y el tomillo; y precisan mucha humedad la menta, el perejil y la hierbabuena. Por eso hay que espaciar los riegos en las primeras, dejando que la tierra se seque, y mantener siempre húmedo el sustrato en el segundo caso.
Periodo de recolección
Se pueden cortar unas hojas en cualquier momento, pero el periodo ideal es justo antes de que comiencen a florecer, ya que los aromas serán más intensos. Hay que tener en cuenta que
en muchos casos se trata de plantas anuales o bianuales, por lo que deben renovarse cada año o dos años. En las plantas perennes como el romero y la lavanda, mejor hacer una buena poda después de cada floración para retrasar al máximo su conversión en leñosas.
Cómo cortar las hojas de las aromáticas
Lo ideal es hacerlo siempre por encima de una yema para que la planta siga desarrollándose. El mejor momento para cortar las hojas de las plantas aromáticas cultivadas en el exterior es a media mañana, cuando ya ha quedado atrás la humedad de la noche y las hojas están bien secas.
Tipo de abono para fertilizar
Los abonos líquidos a base de Nitrógeno, Fósforo y Magnesio son los más recomendables, y deben añadirse cada mes en primavera y otoño. Si se fertiliza más, el resultado son plantas más grandes, pero con menos aroma y sabor. La tierra debe tener mezcla de sustrato y arena, preferiblemente. Hay que tener cuidado con los insecticidad y fitosanitarios, ya que se trata de plantas que luego nos llevaremos a la boca. En caso de necesitarlos, seguir escrupulosamente las normas de uso y esperar el periodo que se indique para utilizar la planta en guisos u otro tipo de preparaciones culinarias.
Fotografías: Verdecora
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