Elegir el material que queremos para el suelo de nuestro hogar, a veces provoca alguna que otra duda. ¿Cuál es mejor? ¿El parquet, el plástico, el PVC…? Si te pones a pensar en la multitud de opciones que existen en el mercado puedes volverte loco hasta elegir una.
Lo cierto es que la madera es uno de los más empleados en la actualidad para cubrir los pavimentos de las casas modernas. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y, es posible, que aunque lo parezca, no estés pisando madera, sino cerámica, por ejemplo. ¿Cómo es posible? Muy simple, instalando suelos de falsa madera.
Si te gusta el parquet o los suelos laminados, pero no quieres tener que preocuparte demasiado por los cuidados de éste o te resultan demasiado caros, puedes optar por una alternativa muy parecida (visualmente): los suelos de falsa madera. Con ellos, conservarás el aspecto de la madera, pero evitarás los problemas de humedades, así como el deterioro que suelen tener este tipo de suelos con el paso del tiempo.
En el mercado, vas a encontrar múltiples firmas de pavimentos cerámicos con modelos de baldosas que imitan a la perfección la madera. Éstos se inspiran en las vetas de árboles como el pino o el roble. En cuanto al color, en algunas empresas, te permitirán escoger entre diferentes tonos, más claros como el del cerezo o más oscuro y popular en los últimos años, como el wengué.
Otra alternativa es el papel pintado con aspecto de madera para el suelo. Es una opción mucho más barata que las anteriores, además de ser más sencilla su instalación.
Aunque, puestos a elegir, nosotros te recomendamos los originales o los de cerámica que imitan la madera. Éstos últimos son ideales para estancias como la cocina y los dormitorios juveniles o infantiles.
No olvides que de esta forma, estarás también contribuyendo a evitar la tala de árboles, así que además de conseguir un suelo precioso, estarás cuidando el planeta. ¿Te podrás resistir a partir de ahora a estos suelos de imitación?
Fuente de la imagen thinkstock.