Decorar baños pequeños es más complicado que hacerlo con los amplios. Cuantos más metros cuadrados, más opciones para crear espacios cómodos.
Sin embargo, cuando se cuenta con un cuarto de baño de pequeñas dimensiones, hay que dejar volar la imaginación y pensar muy bien dónde colocaremos cada elemento, para que el resultado sea perfecto y se adapte a nuestros gustos y a las posibilidades del espacio disponible.
Uno de los elementos del baño que más espacio resta a la estancia es, sin duda alguna, la ducha. Esto no pasaría si pudieras quitarla cuando no se emplea, pero claro, pensar en ello es un disparate. ¿Y si te decimos que es posible esconder la ducha cuando no la utilizas?
Este tipo de duchas cuentan con una mampara que se puede abatir de tal forma que se convierte en un revestimiento de pared muy discreto, tras el cual quedan ocultos los grifos y la manguera de la ducha, interesante ¿verdad? De esta forma, el cuarto de baño queda más libre y hay una mayor libertad de movimiento en él.
En cuanto al suelo, si te decantas por este tipo de duchas que se esconden, te servirán distintos tipos. Además del típico suelo embaldosado de los cuartos de baño, puedes decantarte por una base sin juntas o incluir un plato de ducha. Por otra parte, para que cuando no estés utilizando la ducha, tenga otra finalidad ese espacio libre, puedes incluir un espejo en esa zona.
Por último, te aconsejamos que la dispongas en una esquina de la estancia, para poder aprovechar mejor el espacio cuando ésta ‘desaparezca’. En cuanto al precio, aunque será más alto que el de una mampara común, ganar espacio en una estancia tan pequeña, seguro que compensa la inversión económica que harás en ella.
Fuente de la imagen: Duravit