¿Has visto alguna vez una cama flotante en un dormitorio? Pues si quieres que tu hogar esté a la última moda, no puede faltar una de ellas en alguna de las habitaciones.
Imagínate tumbado sobre ella, sintiendo como flotas en medio del dormitorio. Puede ser una de las mejores sensaciones que tengas en este espacio.
En la actualidad, encontrarás diversos modelos que se diferenciarán bien por la manera en la que están suspendidos o por su forma geométrica. Este tipo de camas pueden estar ancladas a la pared por la zona del cabecero, de tal forma que queda un amplio espacio por debajo de ésta.
Ésta es, sin duda, una de las ventajas de las camas flotantes, puesto que se puede aprovechar el hueco libre, almacenando objeto, aunque no deberás caer en el error de amontonar enseres. Además, si dispones demasiadas cosas, perderá el encanto que tiene por estar suspendida.
Por otro lado, encontrarás en el mercado modelos que en vez de estar suspendidos, tienen patas transparentes. De esta forma, parecerá que la cama está flotando sin ningún tipo de apoyo, pero en realidad estará sobre estas sujeciones prácticamente invisibles para la vista.
En cuanto a la forma, pueden ser rectangulares, como la mayoría de las camas comunes, pero también pueden ser redondas. Y son éstas, precisamente, las que suelen tener la tercera forma de sujeción. Ésta consiste en un anclaje directo al techo. De esta forma, la cama queda suspendida y agarrada por la fijación al techo. Normalmente las cuerdas suelen recubrir toda la superficie redonda de la cama.
En cuanto al precio, éste último modelo es el más asequible de todos. Sin embargo, los anteriores suelen tener precios bastante altos debido a que son camas de última moda. Si te decides por adquirir una de ellas, podrás olvidarte de rincones de polvo en los dormitorios, puesto que una de sus ventajas es que podrás barrer sin necesidad de mover la cama. Seguro que ahora sí te hemos terminado de convencer si no lo veías muy claro. ¡Dulces y flotantes sueños!
Fuente de la imagen: Lago