No es la primera vez que enseñamos un “antes” y “después”. Se trata de una forma estupenda de ver cómo cambios sencillos y poco complicados, pueden dar un resultado muy llamativo. Muchas veces, no hace falta darle un cambio muy radical a un mueble, a un espacio o a un ambiente, para que cambie totalmente.
Es el caso de esta escalera, que al principio se ve apagada, poco original y un tanto “pasada de moda”. Simplemente con un cambio que ha consistido en quitar la moqueta, la barandilla y darle una mano de pintura blanca (que siempre es una buena opción para dar algo de luz), la escalera ha cambiado completamente.
¿Qué te parece la idea? Lo cierto es que queda de maravilla…
Vía| Apartment Therapy