Si está pensando en cómo agregarle un toque más cálido y acogedor a la casa, sobre todo a sitios en donde es vitalmente necesario, como es el caso del salón, comedor o el dormitorio, pues entonces le proponemos optar por unas magníficas alfombras orientales, como un complemento diferente para decoración.
Estos modelos que tenemos el agrado de ver, son originarios de Azerbaiyán, país ubicado en los “comienzos” de Asia, yendo hacia oriente desde Europa. Su rica cultura ha transmitido por generaciones en generaciones, muy diversos aprendizajes, entre los que se destacan la fineza de la confección y la calidad de los estampados, de sus alfombras.
Diseños artesanales con lana de oveja pueden valer fortunas, pero algún modelo similar, hecho de manera estándar, se puede conseguir a cifras más accesibles. Algunos estampados no ofrecen ninguna forma o idea aparente, más que la conjunción de figuras y colores, mientras que otros describen sucesos detallados, de historias reales o ficticias.
Lo interesante de este tipo de alfombras, es que están hechas de modo tal, que el día de mañana pueden ser la base para colocar junto con los sillones del salón, pero si por alguna razón esa ubicación ya no le parece razonable, pues entonces puede cambiar de idea y colgarla en la pared, como tapiz, generando un decorativo de pared inigualable.