El detalle es lo que diferencia una decoración bonita de un ambiente soso e incompleto. Sobre todo cuando se dispone de un gran espacio y no sabemos cómo llenarlo con gusto. Casi siempre pensamos que la mejor idea es llenar todo de objetos decorativos, cuando lo que realmente estamos haciendo es saturar nuestro espacio, dejando mucha zona de la casa inútil y demasiado recargado a la vista del visitante.
Una buena idea es separar el ambiente en dos. Se puede instalar un tabique con diseño a nuestro gusto de Pladur, a modo de separador, colorearlo, dejarlo simplemente blanco y adornando conjuntado a nuestra decoración, insertando huecos en lugares estratégicos para repartir mejor la luz de la estancia, la variedad es tanta como nuestra imaginación alcance.
Existen también paneles y mamparas de separación ya fabricados con materiales más ligeros, incluso de madera, que sólo hay que fijarlos al suelo y a una de las paredes. También es una solución rápida e incluso más limpia que la anterior.
Otro material interesante y traslúcido, son los tabiques de pavés, unos cubos de vidrio que se pueden combinar entre si, ya que los fabrican de muchísimos colores. Aquí ya habría que realizar obra, pero el resultado es espectacular. De todos modos aconsejo que no se hagan paredes enteras con este material, ya que visualmente adquiere todo el protagonismo y el resto de la decoración queda en un segundo plano. Así que recomiendo o tabiques separadores pequeños de tan sólo 4 o 5 filas con pavés, o incluir estos cubos en combinación de los separadores o tabiques de Pladur, insertándolos en su interior. Casi siempre la combinación de técnicas y materiales nos produce un resultado original y de gran belleza.
Toni Ferrando.