El agua es vida. Al menos ésto es lo que dicen los expertos. Si a ello le sumamos la opinión de los amantes del Feng Shui, entonces estaremos planteándonos por qué no tenemos ya una fuente en nuestra casa.
Probablemente ya la tienes, a lo mejor fuera, en el jardín, o tal vez en el interior. Sin embargo, no es lo mismo una fuente que una cascada. Como siempre, queremos que estés a la última moda en decoración, y para ello, vamos a proponerte que incorpores una cascada dentro de tu hogar. Impresionante, ¿verdad?
Tener una cascada en el salón es una de las soluciones decorativas más atractivas y distinguidas por la que puedes apostar. Imagínate estar en el sofá leyendo mientras oyes cómo cae el agua en tu cascada. No será lo mismo que oír el romper de las olas contra la orilla, pero puede ser igual o, incluso, más relajante que ésto.
Otra de las estancias ideales para colocar una cascada es el dormitorio. Quedarte dormido escuchando el agua en movimiento, puede ser una de las sensaciones más placenteras del mundo. ¿Y qué me dices en el cuarto de baño? Es quizá la estancia más adecuada, puesto que en ella el agua es la protagonista.
En cuanto a su colocación, se disponen en las paredes, preferentemente. Dependiendo del dinero que estés dispuesto a invertir en ella, podrás elegirla de un tamaño más o menos grande. Aunque sí hemos de advertirte que, al considerarse aún un objeto decorativo de lujo, suelen tener un coste elevado.
Te aconsejamos que eches un vistazo en más de una tienda de interiorismo y vayas comparando tamaños, materiales y precios. De esta forma, podrás elegir la más adecuada para tu casa. Atrévete a romper con la monotonía de tus estancias e integra una de ellas.
Fuente de la imagen: Harmonic Enviroments