Los colores oscuros pueden ser una opción válida para los dormitorios de los pequeños.
Las paredes con más uso de las habitaciones de los niños suelen ser las que más se ensucian, ponen sus manos sucias sobre la superficie y luego no hay quien lo limpie y se hace necesario dar alguna mano de pintura.
Con un color más oscuro estos espacios duraran más tiempo en condiciones y se hará menos frecuentes las manos de pintura.
Lo que si debemos tener en cuenta, para que no parezca un espacio tenebroso, es decorarlo con elementos de colores claros y que contrasten mucho, estos le restaran oscuridad y resaltaran muchísimo más sobre un fondo oscuro.