Mantener una casa con un aspecto ordenado, a veces, es una tarea difícil de conseguir. Las prisas y, en ocasiones, la vaguería nos hacen dejar puertas de armarios semi abiertas, cojines desordenados y cajones a medio cerrar.
Una razón de peso para no cerrarlos bien es que los cajones hayan perdido su rodaje natural y cueste cerrarlos, pero si lees este post ya no tendrás excusa porque te voy a contar dos remedios para solucionarlo.
Si, efectivamente, tienes este problema doméstico, lo primero que tienes que hacer es comprobar qué tipo de cajón tienes. Para ello, debes sacarlo de su estructura, para lo cual, te recomiendo que lo vacíes para que te sea menos laborioso y, sobre todo, menos pesado de mover.
Los cajones pueden tener dos tipos de guías para deslizarse, pudiendo ser de madera o metálicas. Si tienes un mueble o cajonera de madera con un deslizamiento dificultoso, puedes probar a frotar tanto las guías del cajón como los cantos del mismo con una vela o jabón preferiblemente de glicerina.
En el momento de su aplicación, asegúrate de que queda una fina capa entre las dos superficies para establecer la correcta apertura.
La solución para cajones con guías metálicas es igual de sencilla que la anterior, pero deberás utilizar otro producto como remedio. En este caso, tendrás que echar mano de la vaselina y untarla generosamente del mismo modo que te he explicado para los cajones de madera.
Si en la entrada o recibidor de tu casa tienes un mueble con cajones, siempre se queda alguno abierto y no eres capaz de que permanezcan cerrados, piensa que si han entrado a robar en tu casa no te darás un susto de muerte, ya que, a simple vista, no notarás el desorden.
Todos sabemos que los amigos de lo ajeno tienen especial predilección por abrir los cajones, por lo que tardarás un poco más en darte el susto de tu vida.
Vía: Vacacion.