¿Preparados para las vacaciones…? Aségurate de que la maleta es la más adecuada para el tipo de viaje, los días de estancia y el medio de transporte en el que viajas… ¡Aquí tienes las claves para saber cuál te conviene!
Las maletas se convierten en esta época en el accesorio imprescindible para iniciar con buen pie nuestras vacaciones. Pero conviene encontrar el modelo adecuado a nuestras necesidades, el tipo de viaje y su duración y también al medio de transporte que vamos a utilizar.
Hay muchos tipos de maletas, para adecuarse a las necesidades de cada viajero. Conviene tener en cuenta qué tipo de viaje realizamos más frecuentemente para adaptar la maleta a la mayor parte de los viajes que hacemos a lo largo del año. Lo lógico para una persona o una pareja es disponer de al menos dos maletas: una pequeña adecuada para fin de semana y/o viajes en avión que no precise ser facturada (maleta de cabina, de dimensiones estándar) y otra de mediana a grande para vacaciones más largas.
Maletas rígidas y maletas blandas
Escoger entre una y otra es algo decisivo, ya que se realizas la compra inadecuada te pesará durante mucho tiempo. Las maletas rígidas son estupendas en general para hacer viajes en avión, especialmente si estos son largos y con escalas. Tienen más peso que las blandas, pero a cambio ofrecen una enorme resistencia a los golpes y no se deforman, por lo que puedes arriesgarte a traer alguna artesanía delicada del país al que viajes dentro de ella, si está convenientemente envuelta y luego arropada por las prendas en la maleta. La maleta blanda, sin embargo, es menos pesada y en general más adaptable para introducirla en el maletero junto a otras. La mayoría de las maletas blandas incluyen actualmente la opción de ampliarlas mediante una cremallera en la parte delantera, que despliega un almacenaje extra para cuando se requiere un mayor espacio.
Maletas con o sin ruedas
La comodidad que las ruedas aportan a las maletas han hecho que este accesorio sea ya prácticamente un imprescindible. Primero llegaron las maletas con dos ruedas y correa flexible en una esquina, que presentaban el incoveniente de ser inestables al estar muy cargadas . Fueron pronto suplidas por las maletas con 4 ruedas y correa flexible, algo más estables, y por fin llegaron a nuestras vidas las maletas verticales tipo trolley, que son las que han cautivado a los viajeros de todo el mundo. Con dos ruedas son ya bastante cómodas, pero si se trata de maletas de medianas a grandes, las cuatro ruedas que se deslizan en todas las direcciones son la mejor opción para no tener que cargar con peso cuando se sale de viaje.
Tamaños de maletas
Las maletas varían de 46 a 70 cm en su mayoría, aunque hay opciones mucho más grandes para largas estancias fuera. Si tenemos en cuenta el equipaje de una sola persona…
- El tamaño pequeño (46 a 55 cm) es ideal para viajar un fin de semana. Asegúrate de que cumple las medidas estándar de equipaje de cabina si piensas usar la maleta en vuelos como equipaje de mano a menudo.
- Para salir un puente, el tamaño de maleta mediano de 56-65 cm es ideal, mientras que se considera más adecuado un tamaño de 66 a 70 cm para pasar de una semana a 10 días lejos de casa.
- El tamaño grande de más de 70 cm es el más adecuado para pasar una quincena o más de vacaciones. Si viajan dos personas con la misma maleta, entonces hay que escoger siempre el tamaño inmediatamente superior.
Elección según tipo de viaje y duración
Será necesario llevar una o más maletas, según el número de persona que viajan, y por supuesto la duración de las vacaciones. Si se viaja en familiar para una semana o más, quizá lo más conveniente sea que cada miembro de la familia lleve su propia maleta de tamaño mediano. Para una escapada de fin de semana de una pareja, una maleta mediana de entre 56 y 69 cm bastará. Para una sola persona, basta con una inferior de hasta 55 cm.
Elección según el transporte
El transporte que se va a utilizar es el otro factor decisivo a la hora de elegir el tipo de equipaje que llevaremos. Tradicionalmente, los viajes en avión en líneas aéreas de bandera permiten hasta 20 kg de peso en clase turista en vuelos nacionales o dentro de un mismo continente y un bulto de mano (bolsa o maleta con las dimensiones de cabina) hasta 5 kg de peso. Pero hay que tener en cuenta que muchas compañías low cost sólo incluyen en el precio del billete equipaje de cabina de tamaño estándar y todo lo demás se factura aparte, con precios que a veces superan el del propio trayecto. Antes de contratar el viaje, sea cual sea la compañía aérea, asegúrate de este extremo para no llevarte sorpresas de última hora, ya que la mayoría de las aerolíneas tienen actualmente políticas más restrictivas en materia de peso del equipaje que no paga…
Además, el equipaje facturado que viajará en el bodega del avión debe ir convenientemente cerrado (candado o cinchas con llave) e incluso precintado (plásticos que venden en aeropuertos) para evitar sorpresas y robos, especialmente si realizas viajes largos con transbordo en alguna capital intermedia. También es conveniente que la maleta sea resistente, a ser posible rígida, para aguantar el embate de los golpes que reciben durante su transporte de la cinta transportadora a la bodega del avión.
Si viajas en coche, lógicamente el espacio del maletero es el que marca el tipo de equipaje, la forma y la cantidad de bultos que es posible introducir en él. Y si viajas en autobús, normalmente no hay restricciones en el tipo de maleta que viajará en el espacio inferior del autobús, pero ten en cuenta que el equipaje de mano debe ser muy reducido porque el espacio sobre los asientos es escaso.
Fotografías: Salvador bachiller
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