Entre los cuatro y los seis meses, los bebés están preparados para que se empiecen a introducir los primeros sólidos en su dieta. Esta etapa llevará consigo cambios en su alimentos, en sus hábitos y en los de los padres, y también será un momento en el que el bebé empiece a ganar autonomía.
Los expertos de Suavinex nos dan algunas recomendaciones:
- Comenzar introduciendo una ración diaria de sólidos, si es posible a través de papillas, cereales o purés.
- Incorporar nuevos alimentos de manera gradual y en pequeñas cantidades, siempre bajo supervisión pediátrica. Esto permite también detectar posibles reacciones alérgicas.
- Elegir un momento en el que el bebé esté tranquilo y relajado, para hacer más fácil que asimile las neuvas texturas. Hay que evitar forzarle y hacerle el tránsito fácil.
- Mantener una alimentación mixta, en la que se combine la leche materna o de continuación, según la recomendación de los pediatras, que indican que los bebés deben contar con un aporte mínimo de medio litro de leche, hasta los 12 meses.
- Colocar al bebé en una postura erguida a la hora de comer para que pueda tragar bien y evitar que se atragante.
- Ir dejando paulatinamente trocitos en la papilla para que se acotrumbre poco a poco a la masticación.
- Invitar, a partir de los ocho meses, a probar alimentos que pueda coger con las manos para permitirle descubrir por si solo nuevas texturas y sabores.
- Ofrecer, conforme tome confianza, la posibilidad de coger su cuchara ergonómica y biberones con asas para potenciar su autonomía.
- Nunca dejar al bebé solo mientras come para evitar posibles atragantamientos.
- Mantener siempre una buena higiene bucal, especialmente cuando comienzan a brotarle los primeros dientes.
Información e imágenes: Suavinex
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