El esponjado es una técnica de pintura decorativa fácil de aplicar sin conocimientos especiales. El resultado es especialmente satisfactorio para los pintores inexpertos porque permite ocultar muchos defectos en la pared y en la aplicación de la propia pintura. Es un estilo intemporal que combina muy bien con lo vintage, que es ahora tendencia, y que también es muy adecuado para dormitorios y cuartos de baño de estilo romántico.
El esponjado es una técnica de acabado con textura de efectos muy sutiles. Como su nombre indica, se realiza con una esponja natural que, aplicada en pequeños toques sobre la pared, logra un efecto punteado muy singular, que parece aportar profundidad a las paredes. En superficies grandes puede resultar un poco “cargante”, por lo que se recomienda para espacios pequeños o para destacar una sola pared, un rincón, etc.
Primero es necesario pintar la pared con una pintura base del color deseado, mate o satinada. La pintura plástica es la que mejores resultados ofrece, aunque también es posible utilizar un esmalte (pintura al aceite) para un efecto más sofisticado…
Una vez aplicado el color con rodillo de la forma habitual y tras respetar los tiempos de secado, existen varias posibilidades. Al igual que ocurre con el trapeado y otras técnicas, el esponjado se trabaja sólo en la última capa, dando golpecitos sobre la pared de forma uniforme, sin arrastrar, y sin volver nunca sobre aplicaciones anteriores.
Básicamente se puede…
- Realizar una aguada, que consiste en usar la misma pintura diluida en un 40 por ciento.
- Realizar una veladura, aplicando un médium translúcido que se mezcla en una proporción de 4 a 1 con la pintura.
- Simplemente estampar con la esponja una pintura de diferente color…
AGUADA. En el caso de realizar una aguada, la pintura diluida se aplica sobre la pintura base de forma irregular con brocha en paños de un máximo de 2 m2. Justo antes de que la pintura seque se utiliza una esponja sobre la pared dando pequeños golpes para retirar pequeñas cantidades de pintura. Es importante no dejar que la esponja se sature de pintura: mejor ir enjuagándola y escurriéndola muy bien, para un efecto más uniforme.
VELADURA. Con la veladura se actúa de diferente manera, introduciendo la esponja en la mezcla, dejando escurrir el exceso y presionando ligeramente, sin arrastrar, la esponja sobre la pared hasta cubrir toda la superficie.
ESTAMPAR PINTURA DE DIFERENTE COLOR. La opción más sencilla es estampar con la esponja ligeramente humedecida y con pequeños toques una pintura de diferente color sobre la base de pintura aplicada a rodillo. Se suele utilizar un tono base más claro que el del esponjado, pero lo mejor es realizar pruebas es una tablilla o cartón para ver qué combinación resulta más agradable.
Fotografías: Hempel, Ralph Lauren
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Enlace: El esponjado, la técnica de pintura decorativa más sencilla