El estuco veneciano para tus paredes es la decoración más espectacular que puedas imaginar. Hay que reconocer que es bastante difícil y trabajoso de aplicar, pero el resultado merece la pena.
En primer lugar os recomiendo que no escojáis colores “ambiguos”, es decir que simulen un color natural del mármol, o que realmente sean tan llamativos y artificiales que destaquen por lo atractivo del color. Existen colores tenues, en la franja media, donde ni parece un estuco veneciano, ni mármol natural, ni resalta ningún brillo. Así que mirad bien vuestros muebles, estores, y adornos que vais a colocar para dar un estilo apropiado a tu hogar. Recordad: si queréis que resalten los muebles, aplicad colores claritos, si queréis que las paredes se lleven el protagonismo visual, colores intensos.
Para una pared con estuco veneciano, tenemos en el mercado varias marcas y todas ellas con envases ya listos para el uso. Es una pasta muy espesa, así que lo conveniente es que se adquiera la cantidad justa porque se seca el producto con rapidez. Herméticamente cerrado puede durar meses, aunque lo normal es que no nos sirva después de tanto tiempo.
Las herramientas que necesitamos, a parte del producto en si, es una espátula larga de enlucido/pulido, otra normal, una llana si se tiene práctica en su uso y cinta de carrocero para cubrir el perímetro de la pared y las molduras de puertas o ventanas si existen, para no mancharlas. Cada producto tiene en su envase unas recomendaciones para su aplicación, hay que seguirlas, pero por regla general, se aplica como cualquier material de enlucido. Pero la particularidad del estuco es su acabado. Una vez terminado de enlucir toda la pared, tendremos que pulir sin pausa cada palmo de la misma. El brillo y finura del estuco veneciano aparece tras la fricción constante de la espátula. No hay que preocuparse de que haya secado con rapidez, cuanto más pulimos, más brillo. Se puede usar máquina de pulir, pero con cuidado, ya que si insistimos mucho en alguna zona más que en otra, podemos llevarnos tanto material que aparecerán manchas negruzcas o el color anterior y que hemos cubierto. Si nos cansamos de pulir y sigue sin convencernos por falta de brillo, y la pared muestra su finura al tacto, podemos aplicar algún producto que nos lo proporcione. Por ejemplo hay ceras muy fáciles de aplicar que con un trapo seco nos ayudarán a que el brillo nos ilumine la vista.
Toni Ferrando.