Cada día es más común encontrarnos con viviendas que cuentan con espacios destinados especialmente a que los niños puedan desarrollarse, disfrutar y aprender jugando. Algunos le llaman “playroom”, otros habitación de juegos, pero lo cierto es que es una opción divertida para que se diviertan con seguridad, y por eso veremos algunos tips a continuación.
Antes que nada, vale la pena destacar que no necesariamente debe ser una habitación separada del dormitorio de los niños, sino que puede ser todo junto, aunque diferenciando mínimamente, en rincones opuestos, para cada funcionalidad.
A pesar de que la imagen de portada era una opción fantástica, una debe pensar en opciones más mundanas y acordes a las dimensiones de la mayoría de los hogares. Allí nos encontramos con la posibilidad de comprar estructuras que simulen castillos u otras cosas típicas de la literatura infantil, que son accesibles económicamente, y ofician de rincón para que los niños jueguen durante horas.
Si el espacio es aún más pequeño, entonces este tipo de estructuras pueden ser incorporadas en conjunto con las camas, de modo de crear un espacio multifunción.
Muchas veces, para ocasiones especiales, cumpleaños o noches que se quedan a dormir con los amigos, se pueden crear ideas como estas en el salón de la casa, para que se sientan más importantes y disfruten de un día de fantasía al máximo.