Decorar la pared de una habitación, puede ser mucho más complejo de lo que una creería, aunque no por eso debe darse por vencida, sino todo lo contrario, aprovechar las ideas que mostraremos a continuación, para lograr la mejor opción para su hogar. Vea las fotos, para entender mejor de lo que hablamos.
Y ya la imagen de portada probablemente se haya ganado los elogios de varias. Su colorido, aprovechando el color de la pared, y el plus que generan los colores de las distintas frutas, hace de esta posibilidad, un verdadero encanto.
Puede optar por algo más clásico y que podría hacer usted misma, como colgar decoraciones en madera, revestidas con papel tapiz y platos pegados en el centro. Las bandejas también se utilizan, ya que muchas veces traen motivos muy interesantes.
Si posee alguna colección vieja de revistas, discos o folletos de otras épocas, colocarles un marco y llevarlos a la pared, puede ser una manera práctica de exhibirlos y disfrutarlos.
Pinturas sencillas, de contraste, en blanco y negro, con márgenes blancos y marcos en madera oscura, ofrecen una mirada más rústica y elegante.
Pero si prefiere la sencillez, en los mercados se pueden conseguir papeles con pinturas sencillas, de flores plantas u otras cosas. Pegarlos en la pared con algún pegamento que no deje marca, facilitará su tarea decorativa.
Toda parte de la pared puede ser utilizada. No se quede con la idea clásica de que solamente a la altura de la mirada, se deben colocar las pinturas.
Ahora si quiere hacer algo más acogedor y familiar, simplemente necesitará de unas tantas obras mezcladas con pinturas hechas por sus hijos o nietos, que den el toque infantil al espacio.
La opción más segura será trabajar con marcos de tonos levemente más oscuros que los manejados en la pared misma.
Finalmente lo más gregoriano de todo. Muchas obras, detallistas, abarcando el largo y ancho de la pared, al mejor estilo de los grandes museos de Europa. Es una opción y debe ser considerada, ya que como pueden apreciar, no queda mal.