Ahora que está a punto de comenzar la temporada de calefacción es un buen momento para poner los radiadores de la casa a punto. Una mano de pintura los dejará como nuevos, especialmente si por alguna razón se han descascarillado y están oxidados. Te explicamos la técnica en función del material de tus radiadores.
Es imprescindible que los radiadores estén fríos, y perfectamente limpios y sin grasa. Para hacerlo no basta con quitar el polvo. Pasa una bayeta humedecida en agua con un chorro de amoniaco rebajado o un poco de detergente de lavar vajillas a mano para asegurarte que nada se interpondrá entre el soporte y la pintura.
A continuación toca lijar la pintura para conseguir una superficie áspera sobre la que que agarre bien el nuevo acabado. Lo puedes conseguir con una lija del nº 180, manejándola con lijadora eléctrica tipo delta (las que tienen forma ligeramente triangular) o bien hacerlo a mano. También hay expertos que recomiendan decapante y lanilla de acero. En cualquiera de los casos se trata de acceder a la mayor parte de rincones posible.
Ten en cuenta que la pintura debe aplicarse a una temperatura ambiente de entre 8 y 25ºC aproximadamente, pero nunca a menos de 5ºC y que debes removerla antes de empezar y luego cada poco tiempo para conseguir una aplicación uniforme.
El momento de aplicar la pintura es el que exige la certeza de qué material vamos a pintar. ¿Es hierro fundido? Si se trata de un antiguo radiador, seguro que lo es. Puedes usar una pintura anticalórica “directa al metal” o bien aplicar una imprimación especial. En este último caso es necesario dejar pasar un mínimo de 12 horas hasta la aplicación de pintura. Entre las pinturas directas al metal cabe citar la Pintura Anticalórica de Xylazel Metal (resiste hasta 90ºC) o la Hammerite Esmalte Radiadores.
El tipo de pintura que has de usar es un esmalte acrílico especial que resista el calor, tanto en radiadores de aluminio previamente lijados como en los de hierro fundido (o chapa galvanizada) que hayas sellado con imprimación. Las principales características de estas pinturas anticalóricas son que no amarillean, secan rápido y tienen una gran resistencia a las altas temperaturas. Necesitas aplicar siempre dos manos de pintura, dejando secar entre ambas un mínimo de 12 horas o el tiempo indicado por el fabricante (las hay que secan en dos horas y permiten repintado en cuatro). Lo habitual es utilizar un tono claro, blanco o crema. Pero no descartes la opción de pintarlos en el mismo color de la pared para una decoración moderna, especialmente si has optado por colores intensos. ¡Queda muy chic!
Puedes elegir pintar a rodillo, brocha o con pistola. Te recomiendo la opción de la brocha por ser la que en conjunto da mejores resultados y resulta cómoda al mismo tiempo. Es importante cuidar la calidad de la brocha que vas a utilizar (cerdas duras y que no suelte pelos) y también utilizar una brocha acodada para la parte trasera del radiador y los rincones más inaccesibles. En realidad esa es la zona donde los resultados son menos agradecidos, aunque ciertamente luego tampoco se verá.
Si te decides a retirar el radiador para pintarlo cómodamente en el exterior a pistola, por ejemplo, vacía previamente el circuito de la calefacción y asegúrate luego de volver a ajustar bien las conexiones para que no tenga pérdidas. Incluso en algún caso puedes aprovechar para renovar las juntas.
Recuerda que no puedes conectar la calefacción hasta que pasen 24 horas desde el momento de pintar los radiadores. Al empezar a conectar la calefacción, la pintura olerá unos días. Sólo tienes que ventilar bien.
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