Mantener impecables las juntas de la cerámica

¿Pasarían las juntas de azulejos y baldosas de tu casa un test de higiene y limpieza? Si no estás seguro, quizá no estés realizando el mantenimiento adecuado de paredes y suelos en cocinas y baños. Mantener las juntas limpias y en buenas condiciones es más fácil de lo que piensas. Mira cómo…

Las juntas de azulejos y baldosas están hechas de una masilla que rellena los huecos vacíos entre estos revestimientos, manteniéndolos unidos, y evitando que sus bordes se resquebrajen. Con el tiempo, las juntas se ensucian y deterioran en las habitaciones húmedas de la casa, generalmente por la condensación del agua, y pueden proliferar los hongos en ellas. Por suerte, es sencillo mantener impecables las juntas en cocinas y baños, especialmente si no dejamos pasar mucho tiempo y realizamos un mantenimiento regular.

Mantener impecables las juntas de la cerámica

La periodicidad siempre queda a la libre determinación de cada persona. Pero por poner un límite, diremos que al menos una vez al año debes realizar la tarea de mantener las juntas de azulejos y baldosas en buen estado.

Limpieza de juntas

Una vez que las juntas pierden su blancura, llega el momento de aplicar soluciones limpiadoras eficaces, y a ser posible económicas y poco nocivas. Quizá con eso sea suficiente.

 El limpiador más eficaz en este caso es la lejía y la herramienta para aplicarla un cepillo de dientes o un cepillo de uñas, por lo que no te queda más remedio que arrodillarte en el suelo… Necesitas armarte de paciencia para, provisto de un par de guantes de goma, frotar bien las juntas. En el suelo, tienes la posibilidad de dejar que la lejía actúe desde unos minutos a unas horas y luego aclarar. Es importante a la hora de aclarar utilizar agua fría (no caliente para evitar respirar los nocivos vapores de la lejía).

En las paredes no tendrás la misma suerte, porque los líquidos caerán hacia abajo según los apliques. Por eso, es recomendable añadir a la lejía un producto más: bicarbonato de sodio. Forma una pasta con ellos y aplica en las juntas. Luego insiste con el cepillo de cerdas. Se trata de dos productos muy eficaces en la limpieza de la casa, por lo que las posibilidades de éxito se multiplican.

Otra fórmula para el suelo consiste en utilizar un producto con oxígeno activo mezclado con agua templada, dejando actuar 15-30 minutos. Pasa luego un cepillo de púas de plástico, cerdas, etc. e insiste a continuación con una fregona empapada en agua con el mismo producto, aplicándola sin apenas escurir. Después de media hora aclara todo con agua fría limpia.

Aplicar masilla para renovar las juntas

Si ves que las juntas además de sucias están deterioradas, entonces frota con un cuchillo o un destornillador para eliminar el máximo de junta y aplica luego una masilla especial para esta tarea. Los albañiles echan una lechada, a menudo solo de cemento si las juntas son mínimas, o de un producto especial que aporte elasticidad si las llagas entre baldosas son anchas. Para juntas mínimas te servirá una masilla lista para usar  de las que vienen en un tubo. Aplica y cuando se seque, transcurrido el tiempo indicado por el fabricante, pasa una esponja humedecida o estropajo poco abrasivo hasta conseguir retirar la capa que haya podido quedar sobre la baldosa o azulejo; aclara y vuelve a pasar la esponja todas las veces que sea necesario. Es posible que tengas que utilizar un raspador de vitrocerámica para eliminar algunos restos.

¡Y, voilà, juntas otras vez como nuevas!

FotografíasDremel

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