Poner orden en casa es todo un reto para las personas menos organizadas. Y vivir en una casa desordenada puede desquiciar a los fanáticos del orden. Afortunadamente, entre ambos extremos hay un término medio… Lo importante es establecer prioridades con varios criterios: el tiempo disponible, los espacios y las personas que conviven en casa. ¿Quieres saber cómo hacerlo?
No hay duda de que vivir en un espacio donde cada cosa tiene su lugar y se respeta el orden es agradable y facilita tanto la convivencia como el descanso y la relajación en casa. Pero tampoco conviene caer en la obsesión, ya que resulta prácticamente imposible mantener un orden impecable en el hogar sin pagar un alto precio emocional en forma de estrés. Por eso conviene establecer una serie de prioridades para mantener todo en su sitio en la medida que se pueda, tanto si se vive solo como si se convive con más personas.
Primero y principal: si se pasa poco tiempo en casa, se mancha poco y se desordena menos… ¡Eso es una máxima incontestable! Pero también se dispone de menos tiempo para establecer prioridades entre lo que sirve y lo que no, lo que conviene que esté a la vista y lo que se puede guardar, etc.
Uno de los grandes retos en los hogares es poner orden en el maremágnum de papeles, facturas, citas, etc. que acumulamos por semanas. Tira inmediatamente toda la publicidad del buzoneo inservible para ti y pásate a la factura electrónica o al extracto online para que las compañías de suministros y los bancos dejen de desperdiciar papel contigo… ¡Notarás el ahorro de espacio y de molestias! Anota qué día pasan cada recibo y ponte una fecha semanal para ir consultando por internet los movimientos, adeudos, etc. de tu cuenta…
Es importante anotar las gestiones de la casa o personales y ponerles un nivel de prioridad. Las que no pueden esperar ,las que se pueden hacer a medio plazo… Entran en este apartado citas médicas, facturas para reclamar, tentadores descuentos para aprovechar en tiendas, etc. Llega un momento que tener todos estos papeles a la vista es como tener desplegado el abanico de las tareas pendientes según llegas a casa. ¡Y dan ganas de salir corriendo…!
Puedes comprar tres bandejas apilables de escritorio y ponerlas en un sitio discreto, como el escritorio: pon en la superior lo importante, en la intermedia lo que puede esperar un poco y en la inferior cosas que debes resolver a largo plazo. Pero, sobre todo, no te olvides de apuntarlo para ir tachando o eliminando asuntos cerrados…
A la hora de elegir muebles, ten en cuenta también tus exigencias en cuanto a orden. En principio, los muebles cerrados pueden albergar múltiples papeles, pequeños dispositivos, etc. sin que estén a la vista. Sin embargo, ten en cuenta que los cajones son a veces “pequeños almacenes de objetos perdidos” de los que nadie se acuerda… Si te gusta leer en la cama, por qué no tener un revistero en el dormitorio para poner revistas, libros o el ebook en lugar de una mesilla con cajones…
Por otro lado, el orden es una tarea de todos y no puede recaer en una sola persona la responsabilidad de que todo esté en su sitio… Esto es válido especialmente para la convivencia de las familias. Establece acuerdos por espacios: por ejemplo, si el salón es el lugar donde se pasan los ratos de ocio y relajación familiar, es prioritario que esté en orden, frente a los dormitorios, donde el responsable puede establecer su objetivo personal de orden sin molestar a los demás.
En las familias con niños, el orden total se convierte más una quimera que en una realidad…. Quizá te sea cómodo tener un cambiador plegable en el salón si vives en una casa de dos plantas, o una cuna arriba para la noche y otra abajo para el día, o un pequeño espacio con juguetes en el salón si tus peques adoran jugar cerca de vosotros…
Fotografías: Ikea
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