El estilo mexicano en decoración queda espectacular y no requiere grandes desembolsos. Con los colores adecuados y algunos elementos bien escogidos podrás conseguir darle un aire mexicano a tu salón que lo llenarán de alegría y buen humor. Toma nota de estos trucos y ponte manos a la obra a ritmo de ¡¡mariachi!!.
Seguro que cuando pensamos en México nos viene a la mente una explosión de colores intensos, contrastantes, flores y más flores, los tradicionales bordados indígenas, su artesanía en barro y madera, los muebles rústicos en maderas labradas… pues con un poquito de habilidad puedes recrear un rinconcito de México en tu salón.
Lo primero de todo y más efectivo es pintar. Colores como el rosa fucsia, amarillo huevo, azul añil, verde manzana, naranja se mezclan y combinan sin miedo aunque esto va a depender de tu atrevimiento y tus gustos. Por ejemplo, puedes pintar una pared de fucsia, otra naranja y dejar otras dos en blanco. Haz pruebas pegando sobre la pared una cartulina con una muestra del color y viendo posibles combinaciones hasta que des con la que más te guste.
Otro recurso es pintar un marco sobre la puerta en contraste con el tono de fondo de la pared, así como pintar la puerta también en otro color diferente. Como veis, la importancia de los colores y sus combinaciones es capital para recrear el espíritu mexicano.
Las reproducciones de pinturas de Frida Kahlo son muy fáciles de encontrar en cualquier museo o tienda de pósters y quedan genial, colocadas estratégicamente. También cubrir el sofá con una colcha de color liso de algodón y disponer cojines con bordados de flores, o estampados en tonos alegres y luminosos.
Y finalmente, jarrones con flores de todo tipo, especialmente calas, cuantos más, mejor, repartidos por todo el salón que contribuirán a una atmósfera que respira vida y optimismo.
Fuente de la imagen: Lucy Nieto