Ahora que el otoño se aproxima, y dejamos atrás las vacaciones y los planes al aire libre, el salón de nuestra casa cobra el protagonismo perdido durante el verano, porque aquí será donde pasaremos las largas tardes de invierno, haciendo planes y actividades que si bien ahora nos parecen aburridas porque aún tenemos la resaca del verano, cuando llegue el momento de vivirlas comprobaremos que son realmente placenteras.
Sin embargo, en algunas ocasiones el salón de nuestra casa no nos permite disfrutar al máximo de las cosas que nos gustan porque cuando lo decoramos, lo hicimos pensando en las visitas, en los días en que nuestra familia vendrá a vernos, sin darnos cuenta que en la mayor parte de las ocasiones seremos solo nosotros quienes vivamos y disfrutemos de él.
Está claro que tener un plan alternativo que nos permita adecuar nuestro salón para que las visitas tengan cabida en nuestro hogar es una extraordinaria idea, pero eso no puede ponerse por delante del día a día. Nuestro salón debe estar pensado para nosotros, para poder desarrollar en él las cosas que nos gustan.
En estas fotos podéis ver el salón de unos amantes del cine, que han decorado el salón de su casa pensando en una de sus aficiones favoritas, ver películas de cine, y hacerlo cómodamente.
Por esa razón el sofá que normalmente preside cualquier salón, ha sido en este caso sustituido por dos comodísimos sillones reclinables que además pueden prolongarse con un puff rectangular que también podremos usar como mesa auxiliar.
Fotografías: Stressless
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Enlace: Un salón para dos