Érase una vez una
almohada tan larga, tan larga, tan larga, que no era útil para dormir ni hacía compañía sólo servía para incordiar y dar muchísimo calor en verano…
Vía:
SeñorasQue
Érase una vez una
almohada tan larga, tan larga, tan larga, que no era útil para dormir ni hacía compañía sólo servía para incordiar y dar muchísimo calor en verano…
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SeñorasQue