En verano y sobre todo durante las vacaciones tenemos la sana costumbre de reunirnos en muchas ocasiones con familiares y amigos en torno a la mesa para comer, merendar o cenar y sobre todo pasar un buen rato.
Estos eventos solemos organizarlos en la terraza, en el jardín, en el campo, a la orilla de la piscina… normalmente ponemos una gran mesa en la que pueda acomodarse todo el mundo y una de las cosas en las que no reparamos hasta ese momento es que no tenemos un mantel tan grande para cubrir toda la mesa, ni el número de sillas suficientes para todos.
En estas ocasiones no hace falta comprar un mantel gigante, ni complicarse en exceso la vida. Puedes utilizar manteles diferentes, o incluso telas que tengas en casa y que habitualmente utilices con otro fin… una cortina, un plaid, una colcha, fulares o pañuelos…
Las sillas tampoco hace falta que sea todas iguales, combinando diferentes elementos, y de diferentes colores, conseguirás montar una mesa llena de color y sobre todo muy divertida!
Fotografías: Harlequín
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Enlace: Una gran mesa de colores